A puerta cerrada

Hubo un tiempo en que el pueblo asistia a los desfiles militares, para ver a esos héroes anónimos que inspiraban respeto y admiración.

Hubo un tiempo en que los militares eruptaban en privado.

Hoy los desfiles militares son solo para ellos mismos.

Hay pueblos gloriosos sin ejercito, pero no hay ningun ejercito glorioso sin pueblo que lo respalde.

El ejercito de Bolivar nació del pueblo y estaba con el pueblo por eso era glorioso.

Como un cuerpo sin alma deambulan dando su función privada, a puertas cerradas, con las señales de radio y televisión encadenadas inultimente, pues la señal se pierde en el vacio, sin encontrar televisores o radios que la sintonicen y reproduzcan.



24-Julio-2003