Jamas, un simple vaso de agua calmó tanta sed.
Ese vaso nunca se vacia, siempre está lleno.
Gracias Señor por darme de beber.
brotaron manantiales de las rocas
florecieron desiertos regionales
rebosaron corazones compugnidos
anegaron sembradios de esperanza
25/12/2008
martes, 25 de diciembre de 2007
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