Plegarias

Como fuerte corriente de agua
como raudo y feroz remolino
se atraviesa cuando menos lo espera
desviando la ruta el camino

Te separa de las avenidas
y te mete por calles angostas
pone el pié te da zancadillas
la rodillas te sangran y encostran

Con la rafaga aun en su contra
la ropa como vela se inflaba
y sin miedo al tifon con coraje
el ajado velero avanzaba

Impaciente por llegar a la tierra
con la fe y la ilusión de gigantes
Ya percibe el aroma del mangle
sin tener facultades mentales

El dragon que dormido habitaba
que despierta en los sueños de niños
con las alas azotando el aire
despejando la niebla del sino

El combate se hace mas fuerte
cuando el honor es el compromiso
Por un lado se encuentra lo inerte
por el otro la vida que quiso.

Complaciendo todos los caprichos
de severas y ruidosas tormentas
ya se aleja y se esconde en el nicho
a quitarse y ponerse las vendas.

El barranco ya seco era un rio
que surcaba su cara y su alma
amainando las lluvias el frio
pareciera que viene la calma

Sin piedad se emiten ofrendas
jugueton, caprichoso e injusto
insensible agotando reservas
que le curen el alma de un susto.

Es asi que ante todo y la nada
de buena fe hizo un juramento
sin testigos, notarios, contratos
que sostiene en la frente contento

De omision, de palabra, ni obra
que algunos quizas entretienen
son las flores que lanza al viento
y quizas hasta el cielo se eleven.
15-Noviembre-2003