domingo, 16 de diciembre de 2007

Justicia sin vendas

La balanza que se inclina,
cuando menos se le espera,
trae la noche, sucumbe el dia,
ya la magia se hace negra.

Negra la ropa, negras las almas
que otras vidas se llevan,
por un pedazo de pan,
un pedazo de miseria.

Condenados a una muerte,
injusta pero no eterna,
porque las flores renacen,
aun con semillas secas.

Profundas son sus raices,
como profundas sus huellas,
se aprestan para cobrar,
lo que la vida le adeuda.

Blanca como sus manos,
es la cal que ahora cierra,
los estomagos que explotan,
y sus entrañas resecan.

Mira, sus almas ya estan,
cruzando aquellas fronteras,
que cruzaremos despues,
aunque alguno no quisiera.

Donde te escondes justicia,
si encontrarte yo pudiera,
desde el mismísimo infierno,
por los pelos te trajera.

A ver si ya de una vez,
de este pueblo las tinieblas,
borras por un buen tiempo,
que hace años no te acuerdas.

Hoy las muertes por doquier,
en esta orilla se velan,
muertes sin ton ni son,
como una suerte bien negra.


Dime, que he de buscarte,
dame una pista siquiera,
donde te escondes mujer,
mira que el pueblo no espera.

Ya cansado de esperar,
el cordero se hace fiera,
tomandola en propia mano,
asi es verdad que no es ciega.

Pues si ciega no ha de ser,
que vea entonces que vea,
que lo que ha de venir
ni con la muerte se frena.


(En honor a todos los venezolanos arrancados de esta tierra por el hampa inmisericorde o por cualquier otra mano asesina, sin encontrar respuesta alguna de las autoridades y menos de los que dicen impartir justicia, como pueden dormir tranquilos y vivir en paz ustedes son complices silentes de los que efectuan el hecho, son culpables por omisión)

27-Julio-2003

No hay comentarios: