martes, 18 de diciembre de 2007

Supremo

Lanzandose al agua,
Se sumerge.
Cortandola.
Buscando el fondo.
La respiracion contenida.
Se dominan las pulsaciones,
Se dilatan en el tiempo.
Se liberan unas burbujas,
que ascienden rapidamente.
Ha llegado hasta una roca,
y en la roca,
adheridos,
musculos marinos camuflados.
La hoja del cuchillo se desliza por la roca,
entre la roca y la concha,
se presiona,
la ventosa se despega,
cae en la mano,
una y otra vez.
Al fin,
subiendo,
despacio,
ya sin aire,
se acelera el pulso.
Calma,
siempre es igual,
pareciera que no hay tiempo,
que no podrá llegar a la superficie,
al final siempre llega.
Exhausto,
en tierra el cuchillo corta el limon,
mientras la boca,
adivina su acidez,
el jugo cae sobre la concha,
luego la sal,
mira,
aun se mueve,
esta viva.
Los dientes separan la carne del nacar.
Se deslizan por la comisura de los labios,
gotas de la sazon improvisada.
Un sabor exclusivo.
Arrogante.
Supremo.
Sin fuego.
Mientras, la vista acompaña un velero que se pierde en la distancia.
30-Diciembre-2003

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