No fue el teléfono movil el que me lo hizo llegar, el sonido de los vidrios rotos, una piedra, un papel, un cordel, encerraban aquel mensaje. Esta vez había llegado claro y fuerte, asi como quien lo enviaba, todo ocurrió en un sueño que me indicaba la palabra clave para el acertijo que estaba viviendo. Extraña forma de comunicarse, pero efectiva. Ya han pasado varios dias y el sueño está fresco, como si me hubiera despertado en este momento, quizas sea así o quizas aun sigo soñando.
21-Octubre-2003
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