Semidesnuda, mostraba sus pechos.
Copas de arboles de frutas cargadas,
unidas en el tronco que por su vientre bajaba,
sin ocultar lar raices que de ella brotaban
Con los ojos cerrados y la esperanza sembrada,
palpa en si misma su fragil contenido.
Mientras el a su espalda la abraza.
Corazones y almas con amor se han unido.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
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