Señalandome el camino
con sus luces celestiales.
apartandome las cruces,
y librandome de males.
Como un necio enceguecido,
o caballo encabritado.
desviaba mi destino,
con el mal a mi costado.
Me marcaba asi los pasos,
sin obligarme a ceder,
pero como soy tozudo,
volvia a retroceder.
Muchas veces lo intentaste,
mas siempre te desprecié,
no se si me abandonaste,
porque nunca te escuché.
Algo cambió de pronto,
no se bien como y por qué,
lo cierto es que un buen dia.
a tus alas me acerqué.
Asi empecé a conocerte,
tu presencia ya presiento,
como se que por las noches,
brilla todo el firmamento.
Hay noches que yo no miro,
ni una sola vez al cielo,
pero sin mirar yo siento.
que brillan muchos luceros.
Asi es como te veo.
Asi es como te escucho.
Sin mirar y sin oir.
ni siquiera un murmullo
Despues de pasado un tiempo
de esta manera cambiando.
El cambio ha sido total
sin saber como ni cuando.
Se que tienes tus amigos,
que te ayudan en tu empresa,
se aparecen al rescate,
cuando las dudas aprietan.
Estos son de carne y hueso,
no son esencia ni humo,
al cumplir de su misión,
se encaminan a otros rumbos.
Ya logro diferenciar,
quienes son cuando se acercan,
no es que les vea un halo,
pero brillan cual cometas.
Es una sensación,
que hasta los huesos penetra,
como si en esta u otra vida,
de siempre los conociera.
Asi són.
Asi se muestran.
Dignos de su Señor,
que con honor representan.
( 29-Junio-2003
martes, 27 de noviembre de 2007
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